De Jardines Ajenos
Letras para cantar
José Mª Micó
Hay quien tiene la suerte de creer que la poesía está en todas partes, y la reconoce en el viento, en una tarde lluviosa, en el crepúsculo, en un jardín salpicado de besos adolescentes o de estatuas derruidas. Yo no soy capaz de verla más que en las palabras, pero pienso también que sus males comenzaron cuando dejó de ser cantada, cuando olvidó que su esencia es la melodía y su objeto la percusión del alma.
Estas Letras se llaman para cantar en recuerdo de los tiempos de Lope y porque son, sencillamente, versos que podrían mejorarse con música, o que solo con música resultan tolerables. Es casi seguro, sin embargo, que no tienen de canción más que ciertas simetrías obsesivas, el sonsonete de algunas rimas o la nostalgia de un recitante ciego.
(...)
En definitiva: la única patria de estos héroes es la tristeza, una tristeza irredenta que acaba por exigirnos un poco de sarcasmo. Como esas mujeres bravas que se visten de faralaes para cantar la desdicha, las letras que siguen son ecos de una fiesta disparatada, y se han escrito con el convencimiento de que solo tenemos alma para que se nos caiga a los pies.
Fragmento del prólogo del libro
Letras para cantar, Pamiela, 1997
|