L I T E R A T U R   A L D I Z K A R I E N
G O R D A I L U A

 

 
 

                   - Orrialde nagusira itzuli
                   - Gernika aldizkaria
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                   - Ale honi buruzkoak (azalaren irudia eta fitxa)

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En torno a "Euskaldunak"

 

L.A.

 

        En nuestro número anterior dábamos cuenta de la aparición del poema "Euskaldunak" de nuestro colaborador Nicolás de Ormaetxea "Orixe". Publicamos con tal motivo una breve reseña trilingüe resumiendo el contenido y el significadode la que ya se considera como" la más importante obra literaria en lengua vasca dada a la estampa hasta nuestros días."

        El éxito de venta y de crítica que está obteniendo "Euskaldunak" confirma la justa fama de que ha venido precedida la obra. No dudamos que el gran poema épico-folklórico de "Orixe" ha de quedar consagrado como una de las obras maestras de nuestra literatura y aun de la producción literaria universal contemporánea.

        Si Lamartine descubrió en Mistral al Homero el siglo XIX, no han de faltar voces autorizadas que califiquen a Orixe como digno émulo actual de ambos gloriosos vates.

        Hoy tenemos la satisfacción e anunciar a nuestros lectores la próxima publicación de un Compendio-Glosario romance, de "Euskaldunak" —destinado a poner nuestro Poema nacional al alcance de los vascofilos extranjeros, y a facilitar su total comprensión a los hijos de nuestro propio solar que por no dominar perfectamente el euskera dejan e apreciar las grandes bellezas que la obra encierra.

        Con autorización del autor del Compendio-Glosario, el que hacemos presente nuestra gratitud, insertamos a continuación un fragmento del Canto I que da una idea del acierto del nuevo libro bilingüe dedicado a la difusión y glosa del gran Poema "Euskaldunak".

N. de la D.

 

 

 

Pelea des Carneros

 

El segundo día del " Pestaburu" está dedicado a las pugnas deportivas: al juego de carneros, al lanzamietno de barra y a los partidos de pelota. La pasión del vasco por las apuestas encuentra satisfacción en estas luchas en las cuales además de jugarse dinero se ventilan puntillos de honra local; Saldías contra Ezcurra; Huici contra Leiza.

 

                  Biamona da. Apustu egiñak beinik-bein

                  zintzo joka daitez ta besten bat aiekin.

                  Ari-talka ta zanka nola dan itzegin

                 Salditse'kin Ezkurra'k, Uuitzi'k Leitza'kin.

 

        En la típica y pastoril " Ari-talka" luchan los dos pueblos vecinos, últimamente citados. Los altivos "leizarras" han venido en grupo nutridísimo acompañando a su carnero de pelo corto y morro negro-grisáceo que ha tiempo dejo los pastos de"Leizalarrea" y está bien criado y dispuesto para dar topetazos. ¡Vaya carnero!

 

                  Zelaia betez dator leitzar arranditsu

                  Ari ille-motza dakar, beltz-nabarra musu:

                  Leitzalarre'ren berri aspaldian ez du.

 

                  Bikaiña aria! Ba-dik bikainen bearrra.

                  Lepoa lodia ta egokia adarra.

 

        Con gran lujo de detalles nos describe el poeta al combativo animal así como a sus "managers" o preparadores. Todas las circunstancias previas a la pelca están graficamente reflejadas en frases, versos y estrofas de realismo sorprendente. Abundan los rasgos humorísticos y las pullas que se dirigen los partidarios del uno o del otro carnero.

 

                  —Aria bildur al da onera azaltzeko?

                  —Emengo larre piñez al uan aseko?

                  Gureak alea gainez, ardantzopa naiko...

                  —Denak bearko ditik gaur irabazteko

 

        En esto aparece el carnero de Huici, animal de magnifica estampa: de morro negro y afiliado, ojos castaños que han visto cuatro "hierbas" octubreñas y no se ha mantenido de "solo paja ". Se juega por ambas partes el contenido en plata de un cencerro de oveja. Pero, aparte, hay quien juega una vaca a favor de su carnero favorito.

 

Ontan agertu duzu ari mutur-beltza,

                  ille-luze ta legun, muturra zorrotza;

                  begi gaztainak eta lepondoa motza...

                  Onek ere udakoan ez dit jan agotza.

 

        A su presencia han comenzado a desinflarse los jactancioss leizanos. Saben que este carnero ha ganado hasta ahora las siete apuestas que ha jugado. Dos pastores sostienen a los carneros entre sus piernas y otros les sujetan los cuernos, mientras hay alguno que les fricciona el cuerpo para que se enardezcan para la lucha, incitándoles también con algazara de cencerros y balidos a modo de estimulos sexuales, a fin de que se lancen a la pelea como ante oveja en celo.

 

Emendik joaleots, andik be-ka ta ala,

                  biei berotu dic buruan azala:

                  iges, elkarren billa doaz utzi ala,

                  ardi-arkera alboan baleuke bezala.

 

        El primer topetazo es corto y apagado ya que no se han embestido de frente. Reculan ampliamente ambos cornúpetos, a lo largo e la plaza, poniéndose en linea derecha. Emprenden de nuevo el ataque con tal ímpetu que el choque de los tostuces suena cruel y secamente, haciendo temblar las sienes de los sencillos espectadores. En tanto, seles caldea la sangre a los jugadores empedernidos; y más apostaran si no temiesen las iras de sus mejores al volver a casa con los bolsillos vacíos.

 

                  Iru, lau, boskarrenez, zelai osoa artzen.

                  Jende txeiari talkaz miunak ikaratzen;

                  apustutarrai, aldiz, odola berotzen...

                  Andre-bildur ez dira saketak astintzen.

        Los gritos y exclamaciones aumentan con el número de golpes. 40!, 50!, 100! Y no hay trazas de que la pugna vaya a terminar. Llegan los topetazos a la increible cifra de ¡150!. Los dos carneros extenuados sangran de entre la cornamenta. Las mujeres piden que cese la pelea al grito de "ken! ken!" pues nunca se nunca se vió sangria semejante.

 

                  Eun ta berrogeitamar emanak ditute;

                  adarrretik mintzera odola darite;

                  "ken! ken!—andre jendeak dio batez ere—

                  Olako sarraskirik nork ikus bein ere?"

        El carnero de Leiza, " Nabartxo" más muerto que vivo se recuesta sobre sus piernas. Estando así es acometido por su rival"Beltxa" cuya victoria parece segura. Pero ¡he aquí! Que, después de propinar el presunto ganador a su derribao contricante unos golpes más, abandona el campo.

        De donde resulta, según las reglas del juego, que "vencedor" que huye pierde la partida.

 

                  Berriz begira dio Beltxa'k Nabarra'ri

                  beste bost tumpa dizka eman; biek geldi...

                  "Beltxa'k" Nabar utzita zuinentik igesi...

        Los leizarras han ganado; pero, en verdad, no pueden presumir de victoria. Ahora que se llevan el dinero, si no la gloria. Como apunta el vate: viven todavía quienes presenciaron la memorable contienda.

 

Leitzarrek ere ez dute aizekeri asko;

                  irabazi bai, orde, moskor arek mintzo...

                  Dirua jaso dut; izenik ez naiko

                  —Au ikusi zuenik, bizi da oraino—.

 

        Las discusiones y comentarios que provocó la apuesta cesaron a la hora del condumio. Momento solemne que suaviza las diferencias entre vencedores y vencidos. ¡Para qué agriar las fiestas!

 

                  Isildu dira. Pesta zertako samindu?

                  Galdunak berak ere ba du zertaz poztu.

                  Irabaztunak, orde, ez zertaz ailartu.

                  Bazkarik gorrotoa emaraziko du.

 



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