Sí, quiero
Nih Mc etho nahs
Quítame tus sucias manos de encima, cacho zorra!! dijo K. Rack Holes, que tumbado en su cama, con una cerveza en una mano, y con un cigarro en la otra, intentaba hacer pasar a soplidos una página del Play Boy, mientras que Lidia "Alacrán" intentaba masturbarle, agachada sobre su entrepié.
Lidia lo miró con asombro pero sin hacerle demasiado caso siguió a lo suyo.
Se fijó Karl que sus senos se desplomaban gelatinosos sobre la sucia sábana.
Lidia parecía excitada, tenía ganas de hacer el amor pero conocía a Karl y sabía que a éste no le apetecía. Ante su asombro, Karl hizo un ademán de acercársele y le propinó una patadita cariñosa en el trasero. La cara de Lidia se iluminó. Karl no le dejó que se quitara las braguitas, la cogió por los pelos y a estirones se la acercó junto a él.
Lidia estaba ya, jadeante y ardiente. Karl dejó todo lo que tenía entre manos y se sobrecostó a un lado para encontrarse con los labios de ella. Su lengua parecía una serpiente que se adueñaba de toda su boca. Karl alargó la mano y la posó en la cadera de Lidia, mientras sus dedos, automáticamente empezaban a deambular por su cuerpo. Notó cómo bajo su mano se deshacía un pecho y sentió la dura carne de su pezón, que, puntiagudo, jugueteaba entre sus dedos. Los besos se hicieron cada vez más ardientes y a veces hasta grotescos. Pero ellos disfrutaban. Karl deslizó su mano buscando el tan preciado fruto. Sintió el suave tejido de la braga, metió los dedos por debajo de ésta y tras frotar el bosquecillo de pelos encontró el sexo tal y como lo deseaba: caliente, blando, mojado. Ella gimió. El masculló palabras entrecortadas. Lidia le agarró por la espalda y se le acercó. Cogiendo delicadamente el erecto pene de karl se lo metió entre las piernas y comenzó a balancearse sobre éste.
De pronto, Karl, se quedó quieto, se revolvió y de un empujón tiró a Lidia "Alacrán" de la cama. He dicho que me quites tus sucias manos de encima, puta!. Cogió con una mano la lata de cerveza de debajo de la cama y encendió un cigarrillo, mientras buscaba el Play Bloy entre las sábanas.
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