Literatura y realidad
Mick Garziarena
Paseábamos suavemente por la orilla asfaltada de un gran río urbano, con las manos metidas en los bolsillos, mezclando silencios y palabras. Mi amigo miraba insistentemente hacia el suelo. Estaba nervioso. «No te encuentro nada bien», le dije quedamente, temeroso de herirle, «tal vez te tomas demasiado en serio la literatura», añadí temiendo hacerle daño pero pensando que era mi obligación decírselo. Se paró en seco, me miró entre indignado y perplejo, y con una voz que tenía más de desesperación que de enfado me dijo: «Tú no entiendes nada. Para mí la realidad es pura ficción, y la literatura la única realidad».
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