El experto
Zaida Garzianena
"A veces miento con el fin secreto
de esconder la verdad No quiero yo
que nadie sepa mi experiencia íntima
Pero tú me conoces por amor
Así cuando te dije: Soy ascético
Reíste y te Oí: ¿asceta tú?
Bien sabes que no puedo porque asumo
un lobo hambriento en las tinieblas".
Estas son palabras de Carlos Edmundo de Ory, poeta con el corazón de un loco. Ory es otro escritor maldito, invisible para los libros de Historia de la Literatura Española. Encontré varios poemarios suyos este verano en una librería de Santander, en una librería-tesoro de esas que todavía no esconden los libros de poesía, ni los ponen en los estantes más altos o los rincones más oscuros, se dirían inalcanzables para el imcomprendido lector o poeta. A Ory lo descubrí por casualidad; apenas sabía de él, nadie me lo había recomendado... Recuerdo que el dependiente me miró con cara de pez, y yo le devolví la mirada acuática. Los leí despacio en la casona de Sarón, montañesa y estival, y me acuerdo de que me gustaron algunos poemas... Luego, al final del verano, conocí a un experto en poesía española, y le hablé de Ory. El me dijo que sí, muy sorprendido por la pregunta, que lo había leído, pero que era un nombre más, un poeta de tantos, y entonces me aconsejó a Baudelaire y a Ezra Pound; yo le dije que ya había leído a Baudelaire y a Pound, y que me hablara de Carlos el desconocido, pero él no quiso o no supo, y así descubrí que Ory es un poeta antipático para algunos expertos en poesía española, y no supe el porqué, quizás pon mi edad o por desconocimiento... A mí me parecía un poeta-eslabón, y hasta quizás un poeta-escuela, y pensé en aquella frase contundente del experto, es un poeta de tantos...
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