Versos a la antigua
Nicolás Ormaechea
Agradezco vivamente a tantos y buenos compatriotas las innumerables diligencias que han hecho para encontrar una copia de mi poema que se creyó perdido durante la revolución, y a dos grandes amigos los señores Lekuona y Labayen por lo que han trabajado para presentar su primera edición. La premura de tiempo que les imponían el ansioso público ha perjudicado, a la mayor perfección con que hubiera podido editarse. Uno me habla no de montón sino de montaña de erratas. Otro que lo ha leído repetidas veces me responde que la mayor parte son subsanables por el lector inteligente. No puede confrontar la copia que me enviaron a San Juan de Luz con mi original, ni atender a la corrección de pruebas de imprenta, ni pienso leer el impreso hasta haber recibido las conversaciones del P. Mocoroa. Pero tengo la impresión de que en la copia faltaban muchas notas interesantes de una me consta que se ha suprimido y me perjudica grandemente. La nota diría poco más o menos así, traducido al español: " En este Canto (segundo) he adoptado una estrofa usada por nuestros improvisadores de hace algún tiempo, que consiste en sustituir musicalmente dos corcheas, por una negra, lo que da lugar a la diversidad del número de sílabas en una misma clase de estrofa. En este caso, el verso de siete-seis sílabas con censura en medio, la negra sustituible es la primera de cada hemistiquio, o sea, la de comienzo de verso y la de comienzo de segunda mitad de verso. De modo que la medida siete-seis se pueda convertir en ocho-siete , ya en un mismo verso, ya en diversos de la misma estrofa. Y creo que en el original ponía yo el siguiente ejemplo de la "Venta de un Burro":
Bi urtez idukitu dut (8) astoa saltzeko(6)
Txomiñ etorri zait aurten (8) erosten asteko.
Berela konpondu giñan(8) bigarren itzeko (6)
Beta gabe nedukan (7) larrua kentzeko(6)
Txomiñ'ek ekarri dio (8) andreari astoa.(7)
Ez dakit egin dion (7) gaurkoan gustoa.(6)
Probarik eman gabeko (8) ganadu preskoa,(6)
lan puskat egiteko (7) ez dakar gaiztoa! (6)
Si se hace la cesura, es potestativo alargar cualquiera de los hemistiquios. La estrofa es menos rígida, más hermosa, y más fácil para el compositor."
Asi me explico como un crítico ligero, sin fijarse siquiera en la música que va detrás, ha afirmado que tengo muchos versos " cojos y desriñonados". En el vulgo semierudito puede haber ignorancia de ese procedimiento usado antigüamente más que ahora, y ante este me puede perjudicar la omisión de la nota. Pero en uno que pretende hacer crítica, la ignorancia es imperdonable. Lo peor es que parece haber extendido su afirmación a todos los cantos tomando pie de este sin haberlo mencionado, creo, pues no me han copiado más que tres líneas de su crítica. ¿Aduce un solo ejemplo de incorrección? Supongo que ninguno.
Otro crítico que fabrica versos más perfectos que ese censor, me ha felicitado expresamente por la rotundidad habitual de mis estrofas. Y no se diga de los Presbíteros Marquiegui y Guridi fusilados por Franco, que cantaron todo el poema. A estos me atengo, además de que en cosa de oído no se ciega una hasta tal punto que no quiera ver la imperfección de su verso. Y si el oído es mejor que mediano, mucho menos.
No quiero crítica enemiga ni amiga como tales, sino crítica leal, de análisis inteligente. El señor Zaitegi, humonista notable, ha escrito en su primer artículo de varios que me dedica, que " los vascos tenemos nuestro poema tan excelente como el más, de cualquiera época y latitud, noiz-naiko ta non-naiko, y desde algunos puntos de vista superior a todos ellos". Y ha leído a Homero y Virgilio en su original.
E señor Ibinagabeitia, escritor de pura sangre, que también ha leído en sus idiomas a los dos autores citados, hizo suyo el juicio de Zaitegi y lo publicó ante todo por radio.
La crítica seria ha de venir hablando, y no le tengo miedo. Y tanto más confianza tengo en el valor de nuestro poema (no mío, porque yo no soy más que cronista en verso de la Historia de mi pueblo), cuanto más a fondo se le analice. No se trate de compararnos individuo con individuo cronista, sino pueblo con pueblo de los que aparecen en cada poema. Estoy seguro que el nuestro no venderá el suyo por la Ilíada o la Eneida.
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