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Poemas
 
 
 
Iñaki López de Aberasturi
 
 
 
 
 
 
 
Sin maletas sin lagrimas sin nada
 
 
 
En busca 
 
de algo nuevo, 
 
de otros hombres, 
 
de otro viento, 
 
me voy.
 
Os dejo.
 
Y aunque os duela, 
 
yo no lo siento.
 
Aquí, nada mio se queda, 
 
sólo recuerdos
 
de veinte años desganados
 
 y, esos, me los llevo. 
 
No tomaré alforja 
 
ni dinero
 
ni direcciones, despedidas 
 
y besos.
 
No quiero nada.
 
Solamente ansío
 
ese momento:
 
Yo, Solo, con mi Soledad a Solas 
 
sin nadie como estorbo.
 
 Hacia el horizonte incierto 
 
sólo yo con lo puesto.
 
 
 
 
 
 
 
Llueve
 
 
 
Llueve
 
sobre
 
las calles. 
 
Las mismas 
 
calles
 
de siempre. 
 
Marchan 
 
por
 
las calles 
 
siempre 
 
las mismas 
 
gentes.
 
Se apodera
 
de
 
mi
 
el mismo 
 
hastío 
 
de siempre..
 
 
 
 
 
 
 
Gris
 
 
 
Blanco
 
y
 
Negro                
 
¡Malditos!        
 
Dos colores        
 
muertos        
 
que paristeis
 
un mal hijo,
 
el vuestro:
 
!El gris!
 
!Gris es el asfalto!
 
!Gris el tronco viejo!
 
!Gris es el otoño, allá, en mi valle!
 
Gris fue la mirada de Pilato!
 
!Gris el humo, el frío y el viento!
 
Gris                     !Ay señor!
 
 
 
!Gris es el odio de las calles!
 
 
 
 
 
 
 
La indiferencia hecha poema
 
 
 
...veinte muertos..... 
 
...quince heridos...... 
 
...ataque aéreo en....
 
.en los próximos años.
 
...... . .dispondremos...
 
.. .más. .. . .proyectiles
 
.....largo alcance... 
 
manifestó. . .. . portavoz
 
.. .. ... . .. .ministerio
 
....defensa. . . . . . . .
 
Y después del café.....Ponche Soto.
 
 
 
 
 
 
 
Esperanzado
 
Bajo el cielo azul,
 
 al viento, 
 
una bandera.
 
Sobre el mástil,
 
 tierra y de olivo, 
 
una paloma.
 
Bajo el cielo azul,
 
dos manos en alto, 
 
las mías.
 
Sobre mi pecho, 
 
un deseo, 
 
sobre mi lengua, 
 
una palabra:
 
Paz.
 
 
 
 
 
 
 
Donosti 
 
o
 
mis primeros versos
 
 
 
Las olas lamen
 
las rocas de menta
 
y las que bajan ahogan
 
a las que subir intentan.
 
 
 
 
 
 
 
Ni piedra sobre piedra
 
 
 
Han pintado el cielo de gris, 
 
borrando las estrellas.
 
Han apagado el sol con sus orines 
 
Han hecho callar el viento que, 
 
habla con las cumbres y los valles
 
Han asaltado al mendigo,
 
 han apedreado a la adúltera y 
 
han violado a la poesía. 
 
Desnudaron a la belleza 
 
y la vendieron en el templo.
 
Y a golpes de mentira y gargajo, 
 
mataron al amor.
 
Y enterraron al último verso 
 
junto a un niño.
 
 
 
 
 
 
 
A pecho abierto
 
 
 
Desde hoy
 
quiero mirar a la gente
 
 a los ojos. 
 
Y hablar con todos
 
a las claras.
 
Y, así, cara a cara, 
 
no dejaré
 
que me esquiven la mirada. 
 
Quiero
 
de una vez por todas 
 
dejar de vivir a medias!
 
              
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