Katábasis
Jon Juaristi
Invocación antes de la partida
Argizari ederra, argi egidazu.
Bide luze batean
Joan beharra nuzu!
(Del cancionero tradicional vasco)
Gaviotas trazan amplitud de tarda
sobre la playa innumerable y gris
finge minar sus muros de silencio
recogida ciudad a tus espaldas.
Triste extensión rizada donde escribe
la espuma su epitafio deleznable,
detenida en el límite del día
la claridad abyecta del crepúsculo.
Tierna, temprana luna del invierno,
en la región distante suspendida,
pálida luminaria de los muertos.
Toda la noche alumbres, plata aciaga,
los caminos del mar, por donde viene
último timonel, barco de sombra.
Vertrek
Después de la medianoche
mi corazón de León Aldaz
sintió sueño.
Después de la medianoche,
el viento del sur
como una navaja
cortó
el hambre de los perros
y pudrió las gotas de lluvia antigua
en las hojas más altas de los tilos.
después de la medianoche,
desatado el último noray,
abandonado el último espigón,
León Aldaz conoció
la remota unidad
de la desolación y la alegría.
después de la medianoche,
bajo la luna acérrima.
Afoaling
¿De dónde vienen esas luces,
dónde están los marinos
del barco antiguo?
Francisco Ibernia
Decid, cómo zafarse
de estas tristes anémonas,
arrastrado a la vasta
oscuridad del fondo.
Vidrio abisal: qué es esta
luminaria imprecisa.
Llama malva no extinta
desciende con nosotros
Arriba, las cuadernas
abiertas del esquife;
alta quilla, acerado
esternón silencioso.
Ah la tierna madera,
tacto amable del pino,
arrebatada gloria
del olivo y del olmo.
Caer, caer despacio,
como un áncora enferma.
Madréporas hostiles
me vedan el retorno
Autorretrato como cardo data vermibus
Mira el vacío en su plenario rostro.
Míralo sin llanto
como quien ha sabido conjurar la muerte,
salvar así de su feroz naufragio
la irrenunciable juventud
José Angel Valente
Benita de Nursia
Mira los ojos de este muerto
anónimo, su tez tiznada ya por la necrosis.
También él ha pasado medio siglo
pendiente del reloj,
rezando y trabajando,
hollando surcos, levantando templos,
junto el flujo incesante de la vida.
Así adquirió los hábitos precisos
para sobrevivir en la penuria:
sumisión, cálculo, prontitud, presteza,
premiosidad, no obstante, en lo que toca
al juicio acerca del arbitrio ajeno.
Así evitó las iras del espíritu,
la noche oscura de los neurolépticos,
así arrastró su carne empedernida
al vendaval helado del deseo
Mira sus dedos verdeando como
tallos de inexplicables crisantemos
After your passage through hell's seven floods
Whose fumes of sulphur will have parchad your throat,
The Halls of Judgement shall loom up before you,
A miracle of jasper and of onyx.
Robert Graves
Tú, que de toda carne has tomado el camino,
solidario en la culpa de hermanos taciturnos,
¿esperabas acaso encontrar otra cosa
que esta oquedad batida por élitros y valvas?
Que el corazón del hombre sea un vaso de infamia
nada importa a los ojos de dioses impasibles
Quand l'homme relevé de la plus vielle tomb
Ecartera la ronce et les fleurs de hallfer
Quand il remontera le vétuste escaller
Où le pied du silence à chaque pas retombe
Charles Péguy
Abandonado
a la corriente del Golfo
de Gascuña
(Alta mar de silencio,
pleamar de carcasas
convocadas a duelo.)
Arrobará a tu puerto
Mis dedos carcomidos
Aferrarán las lames
del alto malecón.
Tú me abrirás la puerta:
Habrá sobre la mesa
dos tazas de café
y una voz, desde dentro
preguntará quién es
Mascarón de tiniebla
Cenotafio tardío
Pecio profundo. Incierto
navío sepulcral
Despojo de mí mismo
¿me reconocerás?
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